divendres, 1 d’octubre del 2010

Ryan Murphy. Come, reza, ama. La búsqueda del equilibrio.


Come, reza, ama es una comedia entretenida realizada por Ryan Murphy, cuya peor parte se la lleva el doblaje, que en ocasiones incluso contradice las imágenes. La protagonista es una mujer desorientada que no encuentra su equilibrio vital, y cuya vida consiste en estar siempre comprometida o rompiendo una relación, pero que no sabe estar sola. Ni una casa cómoda, decorada y redecorada constantemente, en el mejor estilo y un marido cariñoso, que también da ya muestras de cansancio, le satisfacen. Tras romper con él inicia una relación con un yoguring con el que se divierte durante algún tiempo y la introduce en el mundo de la meditación hindú en torno a una guruguina. Cuando llega el aburrimiento se lanza a recorrer mundo, comenzando por Roma; allí descubre el dolce farniente y el placer, muy cercano a la sensualidad, de comerse un plato de spaghettis, 'sola', en la Piazza Nabona, aspecto recalcado por un plano cenital que la muestra como una isla vital. En esta ciudad descubre que es una mujer sin una palabra que la identifique. Curioso.

De allí marcha a la India, y aquí es donde el director se muestra más mordaz y ácido con los turistas que buscan la paz espiritual, el equilibrio y el nirvana en este país. Ubicada ya en el 'santuario' de la guruguina, que precisamente se traslada a Nueva York cuando ella llega, se encuentra vestida con las típicas ropas que todos conocemos y rezando con otros tantos occidentales y algún que otro local; ante la cómica perplejidad de ella misma y los espectadores, una de las primeras sorpresas con la que se encuentra es con la de que le encomiendan un trabajo devoto desinteresado que consiste en fregar arrodillada el suelo de las instalaciones; otras mujeres guardan silencio durante cuatro semanas, con identificación de su actitud incorporada. Traba amistad con un hombre que se encuentra allí desde hace algún tiempo, intentando curarse de una adicción al alcohol que ha arruinado su vida, pero que descubre que la solución no es meterse en una urna, sino volver a su mundo y esforzarse por integrarse en él.

Comprendida la lección se va al paraíso, la isla de Bali, donde había conocido un año antes a un chamán, al que convierte en su guía espiritual, y para el que traduce al inglés sus libros espirituales; también conoce a un divorciado interpretado por Javier Bardem, brasileño, con el que al final comprende que el equilibrio consiste en vivir con alguien que te quiera por lo menos tanto como te quieras tú.

Chicas, esta es la cuestión: debemos aprender a vivir solas, sin dependencias, para de este modo realizar nuestras elecciones con libertad; si nos equivocamos seremos las únicas responsables.No hace falta recurrir a rituales, tan interesados como 'deseinteresado' es el trabajo que ella realiza en el complejo que se ha montado una guruguina,
que se enriquece a su costa y se lo disfruta en Nueva York. ¿Habéis pensado en el placer de disfrutar de una deliciosa comida sin que nos distraiga del placer una insulsa conversación? Pero esto no significa renunciar al 'amor' que, aunque supone un cierto desequilibrio, si descansa en nuestra independencia puede fortalecer el equilibrio interior.

Uno de los problemas de la protagonista es que renuncia al desarrollo de su propia personalidad en función de la del hombre con el que está, por lo que un amigo le advierte: ¿Sabes eso de que uno se parece a su perro? Antes te parecías a...y ahora...Pues eso.


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