dimecres, 15 de setembre del 2010

La desaparición de Claude Chabrol



Hace unos días hablábamos de la política de autor, de la necesidad que tiene el hombre de conocer diversas formas de contemplar e interpretar la vida, que para muchos de nosotr@s es fundamental y esperamos con ansiedad la nueva obra de uno de estos hombres y mujeres clarividentes que saben ver que el cine es una ventana ' abierta al mundo'. El día 12 de este mes de septiembre nos ha dejado uno de los grandes, Claude Chabrol, al que citamos constantemente en nuestro blog, y cuya Madame Bovary fue objeto de un breve post. Martillo de la burguesía, inquisidor de su hipocresía, maltrató a esta mujer, mostrando la más cruel agonía de una muerte causada por el arsénico.

Junto al grupo de críticos y cineastas creado en torno a André Bazin y la revista Cahiers du Cinéma, como Jean-Luc Godard, Èric Rohmer, Françoise Truffaut, Alain Resnais... se le considera uno de los fundadores de la Nouvelle Vague. Françoise Truffaut define el espíritu que animaba a estos jóvenes soñadores en el prólogo a la edición definitiva de El cine según Hitchcock: " Mi pasado crítico era todavía muy reciente, yo no me había liberado de aquel deseo de convencer que era el punto común de todos los jóvenes de Cahiers du Cinema (...). Mi amigo Claude Cabrol y yo decidimos entrevistarle para los Cahiers du Cinéma. Nos habían prestado un magnetófono a fin de grabar esa entrevista, que deseábamos extensa, precisa y fiel (...) En la oscuridad, Cabrol y yo nos presentamos a Alfred Hitchcook, quien nos rogó que lo esperásemos en el bar del estudio. Salimos, cegados por la luz del día y comentando con entusiasmo de verdaderos fanáticos del cine las imágenes hitchcockianas cuyas primicias acabábamos de contemplar, y nos dirigimos, todo recto, hacia el bar, que se encontraba a unos quince metros enfrente de nosotros. Sin darnos cuenta, cruzamos a la vez el delgado reborde de un gran estanque helado cuya superficie ofrecía el mismo color grisáceo que el asfalto del patio. El hielo crujió y pronto nos encontramos metidos hasta el pecho en el agua. Pregunté a Chabrol : "¿ Y el magnotófono"? El levantó lentamente su brazo izquierdo y el aparato emergió del agua, chorreando lastimosamente."

Françoise Truffaut abandonó hace ya veintiséis años el mundo de los vivos, y, se
guro, que Claude Chabrol cuando andara buscando su tiempo perdido, reviviría estos momentos en que unos jóvenes que amaban el cine, que tenían muy pocos recursos, pero una fuerza vital capaz de derribar los muros más sólidos, no sólo consiguieron realizar sus sueños y hacer cine, sino abrirlo al mundo y crear una nueva ola. Hoy despedimos al hombre, decimos adiós a uno de los guías de nuestro blog. Sus obras se quedan aquí para las futuras generaciones que sientan el mismo amor por el cine y aquellos que le dieron vida.

In memoriam
¡Adiós al hombre! Cada vez que digamos eso de que el cine es una ventana abierta al mundo, nos acordaremos de él.










Propuestas didácticas:

Sé que a muchos de vosotros os parecerá chocante hasta el término magnetófono; hoy disponéis de muchas cosas: teléfonos móviles con cámara, cámaras de fotografíar, de vídeo, ipods, ipads... ¿Qué nos falta? Las ganas de comernos el mundo que animaba a la generación de la Nouvelle Vague, que no tenía ni traverllings, ni grúas, ni, ni ...Como habéis visto, ni magnetófonos para entrevistar a Hitchcock. Pero, ¡ojo!, con esa escasez ( que muchos jóvenes de hoy también sufren) cambiaron la visión que el mundo tenía del gran cineasta británico, creada por los grandes medios de comunicación.

Como dice Truffaut: "Entonces pensé que Hitchcock (...) había sido finalmente la víctima, en América, al lado de los intelectuales, de tantas críticas superficiales y deliberadamente dirigidas hacia la burla." Todos sois testigos de lo que muchos hacen con la alta tecnología de su parte.


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