dissabte, 24 d’abril del 2010

Reconocimiento a los alumnos Inés Luján, Ángel Sanchez y Jordi Clemente


Ayer, 23 de abril, Día Internacional del Libro, y en el marco de la entrega de premios literarios y de otras materias, se realizó un reconocimiento público de la actividad de cine-forum que se realizó en el centro, dirigida, proyectada y llevada a cabo por Inés Luján y sus compañeros Ángel Sánchez y Jordi Clemente.

Esta iniciativa es muy positiva y estimulante para unos alumnos que pueden recuperar una tradición caida en desuso, cuando son precisamente los jóvenes los mayores consumidores del séptimo arte .Aunque esta actividad se realiza en las clases y en el proyecto de Formación en Igualdad que se está desarrollando en el centro, es muy interesante ampliarla al resto del alumnado.

Ahora que el cine está en serie peligro de desaparecer de las salas, cuando ha costado tanto ser aceptado y respetado como una de las artes mayores, (muchos profesores aún consideran una pérdida de tiempo el usarlo como material en sus clases ) , y es, por otra parte, uno de las primeras manifestaciones que acogen en su seno las nuevas tecnologías a costa de soportar apellidos como blockbuster o mainstream, vemos a estos jóvenes cinéfilos que recogen la antorcha que otros abandonan,

Para nosotras el cine es un buen testimonio de su época, incluso el peor, y llega allí donde otros medios no son capaces de hacerlo. Como dice Carlos Saura, en nuestro país todavía quedan espacios que nuestros filmes no se han atrevido a rellenar. No sucede lo mismo en democracias asentadas como la de EE.UU.




Ilustra muy bien lo que queremos decir estas imágenes de Cinema Paradiso de Giuseppe Tornatore, en la que un afamado director de cine recoge un legado de un viejo amigo, cuyo trabajo era el de proyectar los filmes en la sala de un pueblo italiano y del que era el pequeño ayudante. Cuando muere le deja la más bella de todas las herencias: un rollo con las secuencias censuradas durante el periodo fascista. ¡Que no s'apague la llum !, como diría Lluis Llach.




¿Qué sería de nosotros los humanos sin estas evocaciones tan hermosas? Sus actores desaparecerán pero sus obras, como dice Juan Manuel Serrat, siempre estarán con nosotros, si somos capaces de comprender su significado y apreciarlas.

En nuestro reciente viaje a Roma fue muy emotivo ver a nuestra Inés ( a la que auguramos un gran futuro) arrastrando a sus compañeros tras las huellas de Ewan McGregor y reconstruyendo los escenarios de Ángeles y demonios, como buenos hijos de su tiempo. Lo mejor que les puede suceder a estos adolescentes, de diciseis años, que sólo saben decir palabras de amor sencillas y tiernas, como dice Serrat, es ver sus nombres asociados al cine.

¡Ojalá mañana recojan estos trozos de su pasado,como lo hace el personaje de Tornatore! . Sus padres deben estar orgullosos de los hijos que tienen, y no sólo por las razones aquí expuestas, del mismo modo que los profesor@s lo estamos de estas generaciones educadas en IES públicos.

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