dijous, 8 d’abril del 2010

Lo que no debe ser la educación


Hoy he tenido la desgracia de colocarme delante del televisor y ver este programa, en el que un supuesto juez, Gustavo Larraz, doctor en derecho por la Complutense de Madrid y miembro de número de la Internacional Academy of Tiral Lawyers, presentado por Sandra Barneda y Alberto Herrera.

En el programa de hoy se debatía sobre la expulsión de una niña de dieciséis años, que había quedado embarazada de un compañero de la misma edad, de un colegio privado, de cuyo nombre no quiero acordarme. El programa consistía en un enfrentamiento entre la Directora y la madre de la afectada, con intervenciones e interrupciones del público, siguiendo de acuerdo con la receta que denuncia Christian Salmon: la táctica de la transgresión ( si destacamos es gracias a la transgresión. Si no, no existimos) de todos los tabúes y principios,en este caso, constitucionales.

La directora, aplaudida y reforzada por parte de un parte del público grosero y embrutecido, ha llegado a defender que se expulsaba a la niña, se escondía su estado para salvar a las demás; en cuanto al niño, como no se le nota, pues se le deja en clase y en paz. Los argumentos eran que como el colegio era privado podía hacer lo que le venía en gana, pero ignoraba, que es mucho ignorar, que la Constitución obliga a todos, por muy ciudadanos particulares que sean y que no se puede discriminar a nadie en función de su sexo, ni apartarlo de la sociedad por quedar embarazada. El pseudojuez ha condenado al colegio con el argumento de que el libertinaje pervierte pero el rigor destruye.

Pero ha habido cosas más graves. La madre de la niña afectada, el año anterior en que ocurrió algo similar ( demasiados casos para un colegio tan recto; yo trabajo seis años en el mismo Instituto público y aún no se ha producido un sólo caso), pidió que se expulsara a la otra menor. La conclusión es clara: vistas las consecuencias de un embarazo no deseado, muchas decidirán no tener a su hijo. Claro que eso no se ve. Además se ha denunciado que en ese colegio tan correcto las niñ@s fuman en el recreo y por lo que se ve quedan fuera (algunas) para otras cosas.

Conclusiones:

- Si una niña queda embarazada debe esconderse para no dar mar ejemplo a las demás
- Los niños pueden seguir su marcha, porque no les engorda la barriga
- No busquéis ghettos para vuestros hijos, buscad buena educación y no ésto.

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